Reportan varios robos de cables de cobre en Iquique y Alto Hospicio en menos de 48 horas
La región de Tarapacá se ve afectada por una serie de incidentes de robo de conductores de cobre en las localidades de Iquique y Alto Hospicio, con cuatro eventos reportados en menos de 48 horas. Estos actos, ocurridos en horas de la madrugada, subrayan la persistencia de un fenómeno delictivo que impacta gravemente a la comunidad.
Ante esta preocupante situación, Guillermo Rojas, gerente zonal de CGE, ha enfatizado la necesidad de implementar medidas más contundentes para combatir a los grupos responsables, destacando la importancia de una coordinación efectiva entre las entidades gubernamentales pertinentes. Rojas lamenta la falta de convocatoria a la mesa de robo de cables en la región durante este año, a pesar de los continuos ataques que han afectado directamente a vecinos de Los Verdes en Iquique y El Boro en Alto Hospicio.
El incidente más reciente ocurrió la madrugada del viernes 19 de abril en la zona final de avenida Las Parcelas de Alto Hospicio, donde un grupo de individuos derribó postes de la red de media tensión y robó los cables conductores. El personal de CGE ya está trabajando para abordar esta emergencia.
En eventos anteriores, se reportó la sustracción de más de 700 metros de cable de la red de media tensión en el área del peaje de la RUTA-A-1, así como robos similares en el sector de El Boro en Alto Hospicio y en Parque Oriente, también en la misma comuna. Estos actos han causado interrupciones en el suministro eléctrico y daños significativos a la infraestructura.
El equipo técnico de CGE ha proporcionado toda la información recabada sobre estos robos a Carabineros para su investigación. Se destaca que los robos son perpetrados por bandas organizadas equipadas para manipular la red eléctrica, y se presume que están conectadas con intermediarios que procesan el cobre robado para obtener ganancias ilícitas.
Para abordar esta problemática, CGE está procediendo a reemplazar los conductores de cobre sustraídos por cables de aluminio, que poseen un valor comercial menor. Sin embargo, la principal preocupación radica en la seguridad pública, dado que las redes eléctricas están accesibles en espacios públicos y las brigadas técnicas no están equipadas para confrontar a los criminales.
